En
Colombia hablar y escribir del Libertador Simón Bolívar, es motivo de orgullo, solo
por el hecho de ser un prócer de la patria con todos sus honores, es un hombre cuyo
nombre motiva exaltación y más cuando se hace a través de las proezas ejecutadas
con otros próceres, en especial en compañía del Hombre de las leyes; nuestro
General Francisco de Paula Santander.
Por lo anterior es grotesco compararlo (s) con los
actores del conflicto actual, muy a pesar que Ellos (los Próceres), en su
tiempo fueron generadores de conflicto, pero con la abismal diferencia que lo hacían
respondiendo a ideales humanísticos y la marcada orientación ética, hoy
cambiados por rutas, pistas, cultivos, laboratorios productores de droga,
secuestros, extorciones, desplazamientos, masacres, reclutamiento de menores,
desarraigo familiar y demás atrocidades contra la sociedad colombiana.
Ahora
los actores del conflicto actual se atreven a tomarlos como referencia, hasta
rayan sus escritos con frases del Libertador y del Hombre de las Leyes. Grotescamente
estampan sus gloriosas figuras como su logo patrocinante de la deshonrosa
guerra en la que nos tiene inmersos.
El
peligro de la sociedad Colombia es que los temas trascendentales como el conflicto
y el posconflicto, los convierten en un tema de moda. Podrá ser: ¡Porque como a
mí aún no me ha tocado vivirlo!, pues le dejo el tema a otro, ó ¿será que debemos
esperar a recoger baleado en la calle a alguno de nuestros familiares, o sufrir
cualquier expresión de violencia irracional para ahora si convertirlo en un
tema propio? ¿Entonces? ¿Cuándo usted va apropiarse y va a generar gestos de
ciudadanos constructores de paz? Porque la moda deja de tener vigencia al
trascurrir el tiempo.
Entonces
la educación no debe ser ajena a ello. Es así como las palabras conflicto y posconflicto
generan todo tipo de discusiones en el ámbito académico (formal e informal).
Pero
pareciera que estos temas, son de los adultos, porque es muy poco lo que se encuentra
documentado desde los niños, Es así que “Mi pregunta a Bolívar y demás Próceres”,
surge del descubrimiento de un escrito elaborado por el pensamiento de una niña
de 10 años, cuando su maestro la motiva a escribirle a Bolívar y a su compañero
Santander desde la vivencia como víctima del conflicto.
Sic
“Hola Generales Bolívar y Santander, no
tengo la certeza que leas esta carta, pero sí la certeza que cuando esta carta
llegue a sus manos o las manos de otros generadores del conflicto yo estaré en
el Reino de Dios y a lo mejor frente a usted y mis verdugos.
Me hubiera gustado una
mejor suerte, pero sé que los sacrificios humanos (aprendidos en este
conflicto) son justificados absurdamente como necesarios para alcanzar
objetivos y metas, en pro del bienestar de otros ajenos al mío.
Si hubiera podido
decidir mi suerte, ¡No cambiaría mis pitos, crayolas, cuadernos, caballos de
madera, trompos, muñecas de trapos, cometas y demás juguetes, como tan poco cambiaria
los paseos en familia para bañarme en el río cristalino que cruza el pueblo y
mucho menos a mis padres¡ No es capricho, ni mucho menos miedo, que a mi edad no
sé cómo se siente. No los cambiaría por lo que hoy conozco: estruendo de
cornetas, cañonazos, silbidos de balas, sablazos de machetes en lata afilada,
rompiendo y desgarrando la piel de quienes no conozco, mucho menos por las
incansables cabalgatas de la muerte en caballos con ojos de sangre y el baño
frío para desvanecer la coagulación de quienes ya no veré. Y no tener que
acudir al recuerdo vago de la voz de mis padres deseándome la bendición para
dormir, hoy acallado por los gritos ensordecedores del combatiente.
Solo les pido, que por más
alto y altruista que sean los objetivos futuros de las naciones, sus dirigentes
aparten y protejan los niños de la crueldad de la guerra, que ustedes lideres,
planeen mejor el futuro para que a pesar de la coexistencia de los problemas,
se utilice el mejor y efectivo diálogo y la conciliación de ellos.
No más violencia
infantil. Que para mi memoria y la de mis amiguitos, usted lector, sea un
instrumento de paz y amor”. Dios los bendiga.
Así
las cosas, mi pregunta a usted lector será; ¿Cuál es el compromiso y cuáles
acciones de ciudadano genera para reconstruir la sociedad en paz?; ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Atentamente;
Angie Zayira Diaz B. & Leonardo Yotuhel Díaz G.
Profesor programa de Derecho.